Diplomatic & ICHI ARAGÓN
'Queremos que la gente salga de nuestras tiendas con una sonrisa y que sepan que están llevándose lo mejor'
Hoy tenemos el placer de presentaros nuestra editorial Diplomatic Volumen 03.
Nuestra tercera invitada es Icíar Aragón, ('Ichi', como la llaman de forma cariñosa sus amigos y familia). Ichi es una de las 4 socias de Madreamiga, panadería-pastelería y obrador madrileño que triunfa con sus panes artesanos y su roscón (del que hacen ya 10.000 unidades al año). Madreamiga ha recibido el pasado 8 de abril de este mismo año, el premio a la Mejor Pastelería por ACYRE (Asociación de Cocineros y Reposteros de Madrid) como reconocimiento a su destacada trayectoria, a su compromiso de poner en valor el oficio repostero y panadero, así como a la calidad de sus productos. Quizá eso de valorar y mimar los pequeños detalles del negocio lo ha heredado de su padre, Emilio Aragón o de su abuelo Miliki, el payaso más famoso de la tele.
'Es mucho más fácil vender algo bueno cuando el cliente sabe de lo que estás hablando'
¿Cómo surge el proyecto Madreamiga?
Fue completamente inesperado y natural, todo comenzó a través de mi marido Hugo, co-fundador de Grosso Napoletano, que es un enamorado de las masas. Solía comprar el pan en una panadería del barrio de Tetuán que se llamaba La Miguiña. Siempre me traía pan de hogaza y yo le preguntaba que por qué no me traía pan de barra, su respuesta era siempre la misma: “es el mejor pan de Madrid”.
Después de la pandemia Hugo y Bego, la panadera de La Miguiña, se hicieron muy amigos. Hugo le propuso asociarse, y finalmente lo hicieron, aunque al principio yo no formaba parte del equipo de Madreamiga. Un día, cuando yo no estaba en mi mejor momento, Bego me llamó para pedirme ayuda con la campaña de roscones. Yo le dije que en ese momento no me apetecía pero Bego no me dio opción: me esperaba al día siguiente en su obrador. Fue entonces cuando me enseñó a confitar naranja. Cuando surgió el proyecto Madreamiga, organicé y me encargué de la confitura, que es una de las partes más importantes de nuestro roscón.
Lo mío en Madreamiga es historia, ahora formo parte dentro del equipo societario y es donde trabajo en mi día a día.
¿Qué parte
de tu profesión
disfrutas más?
La parte de mi profesión que más disfruto, por supuesto, son las redes sociales y lo cerca que me permite estar de mis clientes. Saber lo que les ha gustado y lo que no, y cómo podemos mejorar.
A veces puede ser un poco estresante porque estás 24/7 trabajando y escuchando feedback e inputs pero, sin duda, es lo que más disfruto.
Madremiga es un proyecto que disfruta diariamente de la artesanalidad del producto ¿Qué valores crees que comparte con el proyecto Diplomatic?
Creo que Diplomatic y Madreamiga comparten muchísimos valores, aunque pertenezcan a sectores diferentes. Lo más importante es que las dos marcas hemos apostado por la importancia del buen hacer, de un buen producto, de cómo mimar cada pequeña cosa que sale de la marca.
Somos muy conscientes de la importancia de la calidad, de lo artesanal, de las cosas que se están perdiendo y de volverlas a poner en valor. Creo que somos marcas que estamos poniendo en valor la artesanía de la panadería y del calzado. Estamos en búsqueda constante de proveedores que nos ayuden a conseguir la excelencia y garantizar que nuestros productos sean los mejores.
'El ser emprendedor es muy gratificante por un lado, pero muy sacrificado por otro'
Siendo madre de 4 hijos, ¿cómo se reparte tu jornada para poder llegar a todo?
Esta es la parte que más me cuesta, incluso hablar de ello, porque sé que muchas madres cuando me lean se sentirán muy identificadas. Creo que no hay día que no me sienta culpable. Ser emprendedora es muy gratificante por un lado, pero muy sacrificado por otro. Siempre intento hacer lo mejor que puedo. A partir de las 3 de la tarde estoy para mis hijos, pero que mi teléfono sigue sonando constantemente.
Es como si estuviese dividida en dos y es algo en lo que sigo trabajando día a día pero me cuesta mucho. Para mí, mis hijos lo son todo, y a veces como madre siento que debo darlo todo para poder darles lo mejor, pero muchas veces no nos damos cuenta de que lo mejor somos nosotras mismas y que no necesitan nada más. Es algo muy personal, cada madre es un mundo y hay que respetar todas las opiniones, las madres que son amas de casa, y las que no, las que trabajan y las que no quieren trabajan y prefieren quedarse con sus hijos.
Después de tantos años, lo digo abiertamente: aunque soy una apasionada de mi trabajo, mis hijos son lo más importante del mundo. Creo que ese es mi gran reto: lograr pasar el máximo tiempo de calidad posible con ellos.
Con 5 tiendas en Madrid, ¿cuál es la más especial para ti y porqué?
Tengo 3 tiendas que son como mi ojito derecho: la primera está en el mercado de San Miguel, fue una de nuestras primeras aperturas después de Teruel. Me hizo muchísima ilusión porque el equipo del Mercado de San Miguel apostó porque Madreamiga fuese el puesto de dulce de todo el mercado, que es un sitio emblemático de Madrid.
La segunda tienda es Zurbano, me encanta por el excelente trabajo que hizo estudio DIIR. Tenían un reto enorme que era crear una tienda en una esquina muy pequeña entre Zurbano y Blanca de Navarra.
Y sobre la tercera, mi sueño siempre había sido abrir una tienda en mi barrio, y este año lo hemos conseguido, hemos abierto Paseo de la Habana. La verdad es que para mí ha sido todo un sueño hecho realidad, es un lugar donde puedes disfrutar del aperitivo, hacer brunch, merendar, etc. Abrir algo en tu barrio es lo máximo, para mí ha sido un sueño.
¿Cómo ha evolucionado el mundo del pan desde que os iniciasteis en este proyecto hasta ahora?
El sector del pan ha crecido mucho para mejor, lo sé porque lo veo en las tiendas. Los clientes ya conocen el mundo del pan porque en los últimos 10 o 15 años ha habido un boom de consumir cosas bien hechas y ser conscientes de lo que comemos y ahora buscan productos bien hechos y de calidad.
Creo que con ese boom, la gente se ha dado cuenta de que el pan es un complemento que siempre te acompaña en las comidas y se valora que sea elaborado con masa madre y fermentaciones largas, que las harinas sean buenas… Así que yo estoy muy contenta porque eso nos ayuda a nosotros, es mucho más fácil vender algo bueno cuando el cliente sabe de lo que estás hablando.
Si pudieras identificarte con uno de los productos de Madreamiga ¿cuál sería? ¿Hay alguna historia especial detrás de este producto?
¡Qué pregunta más difícil! Tengo muchos productos favoritos en Madreamiga. Vamos a categorizarlos: en pan, mi favorito es el de espelta, me encanta su sabor. En bollería y pastelería, lo que más me gusta, por supuesto, es nuestro roscón. Antes de entrar en Madreamiga no me gustaba el roscón, y de hecho, me hace ilusión ahora, porque era una de las cosas que más le gustaban a mi abuela Ara, y yo lo detestaba. Y ahora yo soy fan del roscón, me encanta.
Es verdad que me gusta nuestro roscón porque tiene un sabor, es que no sé, es brutal. No me sabe como me sabían otros. Es un bollo recién hecho, con un ligero toque de agua de azúcar, con el aroma de la naranja y el limón, con nuestra naranja confitada.También podría decir que el Panettone es mi favorito, especialmente el gianduja, y la rosa. La rosa es la gran desconocida de Madreamiga, pero es el típico postre que llevo siempre a casas de amigos y se convierten en fans. Es un brilloso hojaldrado, una masa de especie de croissant gigante en forma de rosa, que nos encanta.
Si quieres un *winner* para una cena con tus amigos, un postre, un merienda, la rosa de Madreamiga es la elección perfecta, sin ninguna duda.
Vuestro roscón ha sido seleccionado en varias ocasiones como uno de los mejores roscones artesanos de Madrid, ¿qué crees que lo hace tan especial?
Para empezar, porque lo hacemos con muchísimo mimo. Para nosotros, preparar el roscón es un proceso lleno de cuidado y dedicación. Empezamos la temporada con mucho tiempo de antelación, ¡incluso un año antes! Bego siempre ha querido respetar que sea un roscón de calidad y precisamente es lo que ofrecemos en Madreamiga.
Utilizamos naranjas orgánicas para la confitura, algo que se hace con muchísimo amor y cariño en nuestro obrador. Al final es un conjunto de todo. Para nosotros, el roscón es un producto muy especial porque representa una época del año llena de alegría y al final lo más importante para nosotros es dar felicidad a las personas.
'Es mucho más fácil vender algo bueno cuando el cliente sabe de lo que estás hablando'
¿Qué próximos proyectos tenéis este año en Madreamiga?
Este año esperamos abrir dos tiendas más. Actualmente estamos en una fase de organización, algo que para poder crecer es imprescindible.
Nosotros hemos crecido muy rápido, así que hemos decidido hacer una pausa después de Navidades, resetear y, como decía, organizar, para poder crecer lo mejor posible y de una manera orgánica y sobre todo sin perder calidad en nuestros productos, que es lo más importante. Han sido un par años complicados con muchos cambios, pero ahora estamos emocionados con varios proyectos nuevos en marcha, aunque no puedo revelarlos todavía.
¿Cuál es el producto best-seller en Madreamiga?
Pues no os voy a mentir. Nuestro best-seller es en pan, el pan es increíble y las hogazas son lo máximo. Otro best-seller es el croissipan, una masa hojaldrada para hacer sandwich mixto, tostadas, etc.
¿Cómo te gustaría que la gente percibiera a Madreamiga y qué te gustaría que recordasen después de visitaros?
A mi me encantaría que cuando nuestros clientes salen de Madreamiga se lleven más que productos. Queremos que lo que les transmita Madreamiga sea felicidad, que puedan sentir el mimo y cuidado que hay detrás de cada detalle.
Incluso algo tan aparentemente pequeño como la música de ambiente que suena en nuestras tiendas es importante para nosotros; queremos que cada canción transmita paz, tranquilidad y buen rollo. Queremos que la gente salga de nuestras tiendas con una sonrisa y queremos que sepan que están llevándose lo mejor: el mejor producto, el mejor pan, la mejor bollería.